Hemos visto desde la excelente cobertura futbolística del canal, a los supuestos ‘homenajes’ a series norteamericanas, pasando por el baño de belleza de un famoso programa de la cadena hasta una sentencia judicial, sin olvidar un primer cumpleaños y unas cuantas escenas violentas, a todo esto hay que sumarle la metamorfosis de un presentador reconvertido en capitán de un barco en la Red y las idas y venidas de una audiencia que juega a apretar los botones del mando compitiendo en velocidad.
Por otra parte, no podemos despedirnos sin hacer noticia de lo nuevo del canal para esta temporada que recién empieza, lo más destacable es la nueva imagen de la cadena, que nace bajo la titularidad del “Bienhumorando”, campaña donde se nos habla de diversas ‘fórmulas’ para conseguir la felicidad constante y así, según ellos, transmitirnos el buen ambiente que se respira en el canal. Por tanto nos están intentando hacer creer que La Sexta es un canal básicamente para pasárselo bien, cosa que no negamos, aunque vemos que hay una cierta tendencia a someterse a su propio cambio radical para dejar atrás la etiqueta de ‘canal de los deportes’ (canal del fútbol) a posible canal del humor.
Una vez sabida la previsible nueva imagen que nos quiere transmitir La Sexta, debemos hablar de dos de los contratos más importantes que se ha firmado para el futuro más próximo:
Por un lado, encontramos la asociación que La Sexta ha realizado con la FEB (Federación Española de Baloncesto) por la que el canal se convierte en la cadena oficial para transmitir los partidos en los próximos cinco años.
De otro lado, está la adquisición por parte del grupo Mediapro Imagina, (accionistas de La Sexta) de los derechos de emisión de la Fórmula 1 a partir de 2009.Curiosa manera de convertir al canal en la cadena del humor.
Y para cerrar el ciclo, es necesario hablar del futuro, aun a sabiendas de la gravedad que eso supone y el atamiento de manos en que te deja, pero partiendo de hechos anteriores, creemos que en lo que queda de año, La Sexta se mantendrá en la misma línea respecto a audiencia, que oscilará entre el 3% y el 3,5%, creemos que debido a lo ya, infinitamente nombrado, de su programación, sus problemas de cobertura y su juventud.
Seguirán con los deportes, usados como aspirina, cura de todos los males y aumento de audiencia y con sus programas estrella y las diferentes versiones colaterales de los mismos; sus series, absolutamente necesarias y sus innovaciones. Todo ello para hacerse un hueco definitivo tanto en la complicada parrilla como en la memoria de los espectadores. Suponer, es suponer, en todo caso.
Y poco queda ya, un agradecimiento por la atención prestada y una despedida mientras se espera que llegue el punto y final, que nos tememos, es inevitable.
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