


Por otra parte, explota de nuevo el conflicto con la preparación que La Sexta está llevando a cabo con La Sexta 2, un nuevo canal de emisión digital en TDT: diversos rumores apuntan a que será una reconstitución del canal Telehit (que pertenece a Televisa, accionista de La Sexta), otros dicen que será un medio para la prueba de la tecnología DVB/T constituido con refritos de su canal matriz, y otras voces simplemente se limitan a apuntar que resulta irónico que se esté preparando la emisión de un nuevo canal cuando la cadena que ahora está en vigor y acaba de cumplir un año, no ha llegado a alcanzar el nivel de calidad, cobertura y audiencia del resto de emisoras nacionales que ya poseen varios canales en TDT, por tanto, es considerar que La Sexta quizá esté jugando sus cartas demasiado rápido y agotando su gasolina a una velocidad que hará, que a este paso, se quede sin fuelle y no pueda volver a arrancar. A pesar de que el balance al acabar su año sea positivo, consideramos que cada paso requiere su tiempo, y que han de hacerse de manera escalonada para no tropezarse, que la extrema ambición no rompa el saco.
El segundo caso es la fallida serie ‘Mesa para cinco’, adaptación de ‘Party Of Five’, serie de éxito de Fox, emitida en España por canales autonómicos. De esta serie se conservó desde los guiones, sin modificación, hasta la escenografía y estructura personal y visual de los personajes, lo que quizá haya ocasionado el fracaso estrepitoso de su adaptación.
No queremos concluir el artículo sin mencionar la tendencia que en los últimos tiempos está tomando La Sexta, probablemente aprendida de Telecinco: La copia de formatos que funcionan para introducirlos en la parrilla. Unos ejemplos son ‘Bones’ para suplir la ausencia de ‘CSI’, ‘Cómo conocí a vuestra madre’ vendida como el nuevo ‘Friends’ o ‘Padre de Familia’ por ‘Los Simpson’.
¿Quién pierde con todo esto? La Sexta por supuesto que no, consigue mantener su media de audiencia a pesar de dejar a un lado sus ideales que dieron pie a su comienzo. Perdemos los espectadores, que recibimos una y otra vez más de lo mismo. ¿Para que innovar cuando funciona lo ya conocido? Pues probablemente para no caer en la rutina, elemento que prevemos que le pasará factura a La Sexta.